domingo, 1 de noviembre de 2009

Pensamiento Dominical

Y otra vez, hablar más que actuar (y eso que hablo poco e intento, en todo momento, evitar hablar de lo que no conozco, evitar mentir, evitar exagerar las situaciones del pasado) Mis palabras aparecen decantadas, casi tan puras como el Absolut Smirnoff de la propaganda (casi así las imagino, pero: 1. no son de agua, aunque si tengan saliva; vienen a ser como....humo y saliva..si, algo gaseoso con pegues líquidos..y, 2. es una buena estrategia de publicidad y la sociedad de consumo que vive en mi cabeza, es quizás quien trae esta imagen a colación..sin olvidar que la botella está en el fondo del mar, de un mar claro con arena blanquísima, hecho suficiente como para que imagine una imagen para mis palabras.)

Pero hablo de más, sobretodo aqui..pero aqui me gusta, hay menos estúpidos, menos normales, menos ojos, menos oidos, también. Menos juicios y prejuicios y juicios y más juicios, menos pensamiento, menos fisgoneamientos, menos tormentos, menos, miento.

Aqui te puedo decir lo que quiera y aún asi no te irás, aqui puedo imaginarte tan cerca, tan sin defectos, tan mia, tan atenta. Con los labios más rojos y menos llenos de mierda, con los ojos tan sordos de tanta demencia común, con el aura tan llena de locura, como la mia.

Pero no seamos egoistas Nadie, no seamos egoistas..la verdad es que nos cansamos de esto también, de sangrar, sudar, escupir, exhalar amor y odio (sobretodo últimamente lo primero) y seguir esperando, tan "tieso", tan "majo", tan inutil, tan quieto, tan abierta el alma por la mitad, tan cortada por tantos cuchillos para abrirla, para acomodarla como la antesala del amor..sobretodo los domingos, hoy.

Es porque es domingo (me justifico) y no pasa nada. Por esto todo pasa en mi, siempre, la nada.

Escribimos páginas enteras, pasamos temporadas enteras...

He decidido que prefiero cantar a contar, aunque sean las palabras de otros..

Al fin y al cabo, todas las conversaciones que tenemos son con nosotros mismos..(aunque aveces, en efecto, haya alguien escuchando y diciendo palabras, pero él también está en una conversación con sigo mismo..aunque yo escuche, aunque yo diga palabras)

1 comentario:

Pedro Cañas dijo...

Que desacierto que sea tan acertado, tal vez, pocos somos los que hablamos desde una isla perdida en nuestras venas, que se derrite por la temperatura de la sangre, al acercarnos demasiado a un volcán congelado, precisamente, por las distintas ubicaciones de nuestros corazones.